Reconocer y respetar el orden
- Liliana Arbeláez N
- 19 jun 2023
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 29 jun 2023

Reconocer el lugar del padre y la madre biológicos como los dadores de la vida, sin ellos la existencia de cada ser humano en el planeta no sería posible, más allá de las condiciones del encuentro, si fue un encuentro amoroso y duradero o si fue un encuentro no amoroso y que luego llevó por algún motivo a la separación o abandono. Si se tienen padres adoptivos o de crianza, padres del corazón, se reconocen todos los lugares: los padres biológicos, dieron la vida; los padres del corazón o de crianza, cuidaron la vida.
El padre y la madre siempre serán los grandes en el sistema familiar. Cuando los hijos-as respetan este orden y los padres asumen con responsabilidad su lugar, los pequeños siempre contarán con la fuerza psíquica y simbólica necesaria para asumir los retos y dificultades de la vida.
Aceptar a nuestros padres, tal como son, ni ángeles ni demonios, solo seres humanos aprendiendo en esta existencia a través de su propia historia. Eso nos hace humanos a nosotros también.
Darles gracias por el regalo de la vida y todo aquello que no nos pudieron dar por sus circunstancias, nos lo damos nosotros para ser felices y honrar la vida que nos dieron.
Mirarlos con dignidad y decirles que por favor nos permitan crecer y tomar la vida con todo, con lo bueno y lo no tan bueno, recorriendo nuestro propio camino, ni mejor ni peor que el de ellos, solo diferente, es nuestro derecho.
En amor, servicio y aprendizaje. Li
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