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Las estrellas y el mensaje de Hermes-Mercurio

“Las estrellas en el cielo son solo migas de pan que nos dejan nuestros sueños para encontrar el camino, y no perdernos hacia la Tierra de Oz, donde habita la ilusión.”

Mägo de Oz

Te invito a mirar el cielo con nuevos ojos

 

Desde hace años acompaño procesos de transformación y evolución humana a través de espacios terapéuticos donde convergen herramientas de la terapia sistémica, transpersonal y transgeneracional.

En este recorrido he descubierto que los principios herméticos, la sabiduría de la Kabbalah y la psicología profunda junguiana son lenguajes que nos permiten comprender las dinámicas del inconsciente colectivo y su relación con la sincronicidad del reloj cósmico del Sistema Solar.

Mi camino psicoespiritual me ha enseñado que los principios herméticos son códigos de comprensión del juego de la vida humana aquí en la Tierra, donde todo lo que sucede abajo tiene su reflejo arriba: nuestras raíces en la tierra y nuestras raíces en el cielo.

La astrología evolutiva me ha revelado las pistas del alma a través de los septenios de la vida, esos ciclos que marcan los tiempos de aprendizaje y madurez del espíritu.


En ellos he comprendido que el alma humana transita por las mismas fases del viaje del héroe y la heroína que nos enseñó Joseph Campbell: un proceso de descenso, germinación y retorno a la luz.

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El viaje de la luz: el alma como semilla

 

Cada uno de nosotros es una semilla de conciencia sembrada en la tierra húmeda y oscura de la experiencia humana.

 

Allí, en lo profundo —donde habitan nuestras crisis—, la semilla se quiebra para que la vida pueda abrirse paso. Solo cuando la cáscara se rompe, las raíces pueden dirigirse hacia abajo y el tallo comenzar su ascenso hacia la luz. Pero cada semilla tiene su propio tiempo.


No todas germinan al mismo ritmo, porque existen tiempos cósmicos que marcan el compás de cada alma, como un reloj secreto del universo que sabe cuándo la luz debe tocar cada semilla.


Esos tiempos sagrados, singulares e irrepetibles —(tomado de Juan Carlos Gómez, psicólogo y astrólogo)— son los que permiten que cada uno encuentre su camino de retorno a la luz.

 

Así también nosotros: las crisis del alma no son castigos, sino procesos de germinación que preparan nuestro florecer. Como en la naturaleza, hay tiempos para sembrar y tiempos para cosechar.

 

La sabiduría del alma se mueve igual: sembramos cuando descendemos a la oscuridad del aprendizaje y cosechamos cuando reconocemos los frutos que nuestras experiencias han madurado.

 

De eso se trata este momento planetario: de recordar que somos chispas de luz encarnadas en la Tierra, llamadas a completar el viaje de la semilla —a quebrarnos cuando sea necesario para florecer y ofrecer al mundo los frutos que vinimos a dar.

En este tiempo cósmico, Hermes-Mercurio, el mensajero del alma, nos abre la puerta a un entendimiento más hondo: Neptuno en Aries y Urano en Géminis abren un triángulo sutil que dialoga con Mercurio y Marte, activados por la Luna Nueva. Siento este encuentro como una invitación a salir de las narrativas de víctima, de guerra y de miedo, y a alinear palabra y acción para construir nuevas historias de conciencia y libertad.

Porque Mercurio es el pensamiento que nombra y Marte es la voluntad que actúa: cuando se encuentran, comprendemos que pensar sin actuar se disuelve, y actuar sin conciencia repite lo viejo.

Y junto a ellos, Lilith, la voz primigenia del alma, emerge para recordarnos lo que fue excluido del verbo y de la acción: la verdad profunda del deseo, la fuerza del instinto y la dignidad del No. Lilith se une a esta danza en Escorpio para devolverle al fuego masculino su conciencia y a la palabra su raíz sagrada.

Esta activación, en la Casa 10 —propósito y dirección—, nos llama a orientarnos hacia la luz, y al mismo tiempo a soltar amorosamente las creencias heredadas de la Casa 4 que nos estancan.


Como las plantas, después de hundir raíces en lo profundo, nos dirigimos hacia el Sol con la voz del alma integrada: Mercurio que comprende, Marte que actúa, y Lilith que revela.

En mi propio viaje he aprendido que el lenguaje del espíritu es la vibración, el lenguaje del alma es el símbolo y el lenguaje de la materia es la acción. Cuando estos tres lenguajes entran en coherencia, los mensajes del espíritu —vibraciones de amor— se decodifican en el alma como símbolos y se expresan en la materia como actos conscientes.

 

Cada movimiento planetario es una voz del universo que nos susurra algo sobre nuestra evolución; cuando escuchamos su vibración en el centro-corazón, la vida deja de parecer caótica y comienza a tener sentido el YOSOY.

Dedo de Yod

El dedo de YOD con Hermes
Dedo de Dios

Mapa astrológico del martes 21 de octubre a las 12:00 md Medellín-Colombia

Si sientes el llamado de las estrellas y deseas comprender más sobre esta configuración cósmica,
sobre las pistas que los ancestros del cielo nos dejaron para recordar quiénes somos,
puedes hacer clic aquí y seguir el hilo de la sabiduría.

El Dedo de Yod: el llamado del alma

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En este cielo se revela una configuración extraordinaria:

Neptuno en 0° de Aries y Urano en 0° de Géminis —ambos en el umbral de sus signos— se enlazan en sextil, y desde allí forman dos quincucios hacia la Luna Nueva en 0° de Escorpio, ubicada en la Casa 10, donde también se encuentran Mercurio, Marte y Lilith en conjunción. Esta disposición cósmica dibuja lo que en astrología se llama el Dedo de Yod, en resonancia con la letra hebrea י (Yod), la primera chispa del Nombre Divino, símbolo de la semilla de la creación. Es un portal de precisión cósmica, una flecha de energía que apunta hacia un propósito mayor: el lugar donde el alma humana es llamada a alinearse con la Voluntad Superior.

 

El sextil entre Neptuno y Urano representa la alianza entre la visión mística y la mente despierta, entre la revelación espiritual y la inteligencia del futuro. Ambos proyectan su energía hacia la Luna Nueva en Escorpio, que junto a Mercurio y Marte nos impulsa a integrar inspiración, pensamiento y acción consciente, y con Lilith, a incluir lo que fue negado: la voz instintiva, la sabiduría del cuerpo, la rebelión sagrada que no destruye, sino que revela. Lilith en esta conjunción eleva la tensión del Yod a un nivel más profundo: nos recuerda que no hay verdadera iluminación sin reconciliar la sombra. Ella trae de regreso el poder creativo del alma que se negó a someterse, y ahora, en Escorpio, transforma la herida en visión, el exilio en presencia.

 

Es la divinidad susurrando:
“Recuerda quién eres, nómbralo con verdad y actúa desde el alma.”

 

El Dedo de Yod no es un castigo ni un destino fijo: es una tensión sagrada, una invitación a unir lo que parecía opuesto —lo invisible y lo visible, lo intuitivo y lo racional, lo masculino y lo femenino— para manifestar una nueva síntesis de conciencia.

Es el punto donde la semilla interna siente la presión de la luz y rompe su cáscara para florecer.

Así, esta configuración no es solo un mapa astrológico; es una revelación del alma: la certeza de que el cielo no nos domina, sino que nos inspira, recordándonos que somos parte viva del diseño divino, y que, al escucharlo, despertamos.

Recibe los mensajes de Hermes

Hoy quiero regalarte dos recursos que reuní con mucho amor para acompañarte en este portal:

  • Ver el video que grabé durante la retrogradación de Mercurio 2024, un homenaje a Hermes y al arte de escuchar los mensajes del cosmos.

  • Descargar gratuitamente mi libro en PDF: Hermes Trismegisto y los ciclos de Mercurio retrógrado, una guía para transformar las pausas cósmicas en sabiduría interior.

Gracias por permitirte este encuentro.
Si algo de lo que leíste resuena en tu alma, hazlo vida, ponlo en práctica, déjalo florecer.
Porque todos tenemos derecho a recrear la historia, a sanar las voces del pasado y a escribir, con amor y conciencia, la leyenda luminosa de quienes vinimos a ser.

En amor, servicio y aprendizaje.
Li

Escrito el 19 de octubre del 2025, en Medellín - Colombia

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Si sientes que esta información tocó algo en ti y deseas conocer más sobre tu Proyecto Espiritual, descubrir las claves de tu propósito y comprender las pistas que el cielo dejó para ti, te invito a dar el siguiente paso.

Puedes escribirme a mi número de WhatsApp, donde con todo el amor te acompañaré a construir tu Proyecto Espiritual Astrológico y a integrarlo en tu vida cotidiana a través de la Terapia Astrológica Evolutiva y las Constelaciones Ontológicas. WhatsApp +57 3155137238

Y si además te interesa formarte en Constelaciones Ontológicas, un camino que integra el lenguaje simbólico de la astrología, la fenomenología, la psicología profunda y la sabiduría sistémica, también puedes comunicarte conmigo para recibir toda la información sobre nuestras formaciones y programas del Centro GaiAhMa.

 

Porque el cielo no dicta destinos…
solo nos recuerda que cada alma tiene un mapa divino esperando ser comprendido y vivido con conciencia.

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